El cuadro "El mar de la conciencia" es un intento de alejar al espectador por un tiempo del mundo cotidiano, de este mundo de materia y ego en el que vivimos de forma tan natural. Me gustaría invitar a quien lo observa a sumergirse en el normalmente invisible microcosmos del mundo intermedio, el mundo del espíritu y el alma, con el que estamos en constante conexión. Las personas generalmente están convencidos de que sólo existe y es real lo que percibimos en nuestro mundo cotidiano. Por lo tanto, en mi cuadro me gustaría hacer visible el nivel detrás de la realidad, un campo inmaterial, energético y de tipo información, en el que todo está conectado. Ahí es exactamente donde encuentro todos estos motivos de imágenes surrealistas, que sólo se muestran en mis cuadros cuando se abandona la perspectiva habitual y se mira más de cerca. Me encantaría que el espectador me acompañara durante un rato en el viaje hacia este “mar de conciencia” y se llevara su propio mensaje al final.