Esta obra, creada del natural, celebra y captura la belleza de la naturaleza y la fugacidad de la vida, a través de flores y hojas que se marchitaron ante mis ojos. Es una profunda reflexión sobre lo efímero y la belleza que poseemos y nos rodea, las flores son un reflejo de la juventud y las mejores etapas de la vida que se desvanecen sin que apenas lo notemos. Inspirada en la esencia de la sinfonía titulada “Das Lied von der Erde”, en español “Canto a la Tierra”, esta obra conecta con su mensaje, la primavera gloriosa pero pasajera, nos recuerda la impermanencia de todo lo bello. En esta pintura cada pincelada busca describir el carácter y la particularidad de cada hoja y cada pétalo, junto al pétalo marchito sobre el suelo que nos recuerda lo que está por venir.